¿Sabes qué son las heridas emocionales y cómo influyen en tu presente?
Todo aquello que vivimos en nuestra infancia, tiene un gran peso en nuestro presente. Por eso es importante que puedas revisar tu historia y conocer cuales son tus heridas emocionales, para no dejar que estas te limiten en el presente.
¿Qué son las heridas emocionales?
Las heridas emocionales surgen a raíz de haber vivido ciertos hechos traumáticos en nuestra infancia, las cuales dejan una huella en nosotros y hacen que en el presente, se activen antes ciertas situaciones o relaciones.
Estas heridas pueden permanecer abiertas a lo largo de nuestra vida y causar mucho sufrimiento si no las revisamos y las sanamos.
A veces, estas heridas surgen como consecuencia de haber vivido situaciones familiares complicadas, pérdidas, abandonos o cualquier otra situación donde no nos hayamos sentido queridos, atendidos o comprendidos.
Nuestra infancia es tan importante que las experiencias vividas en ella van a influir en nuestra vida cuando somos adultos
Estas heridas pueden tener una gran influencia en nuestras relaciones y nos limitan para vivir de forma plena y consciente.
Conocer nuestras heridas de la infancia nos puede ayudar a tomar conciencia de ellas y de la manera en la que nos están influyendo en el presente. A través de la terapia puedes trabajar estos aspectos y sanar tus heridas.
Tipos de heridas emocionales
Existen varios tipos de heridas emocionales en función del motivo de las mismas y de lo que hayamos vivido en relación a ellas:
Herida de abandono
Cuando nos hemos sentido abandonados en la infancia, en la edad adulta vamos a experimentar miedo a la soledad y un temor constante a quedarnos solos.
Esta herida aparece sobre todo cuando tenemos que enfrentarnos a la soledad, o cuando aparece un gran miedo a que nuestra pareja nos abandone y nos quedemos solos. Además, esta herida puede generar una sensación de vacío y dificultades para establecer relaciones estables.
Herida de rechazo
Cuando nos hemos sentido rechazados o no aceptados por los otros, de adultos sentimos que no merecemos la aceptación y cariño de los demás.
Esta herida aparece cuando en la infancia ha habido una sensación de no aceptación o rechazo por parte de personas importantes.
Herida de traición
Cuando nos hemos sentidos traicionados en nuestra infancia, de adultos podemos tener muchas dificultades para confiar en los demás
En la vida adulta puede haber una gran necesidad de control y un gran perfeccionismo por miedo a que los demás pueden fallarnos o hacernos daño.
Herida de injusticia
Cuando hemos crecido en un ambiente muy exigente y autoritario, de adultos podemos tener dificultades para relacionarnos con personas que representan autoridad y sentirnos poco eficaces.
En la vida adulta puede haber una gran rigidez y autoexigencia con uno mismo y con los demás.
Herida de humillación
Cuando nos hemos sentido criticados o desaprobados en nuestra infancia, puede haber mucha inseguridad y miedo a mostrarnos como somos.
Esta sensación de haber sentido humillación en tu infancia, puede tener una gran influencia en tu autoestima y la valoración que tienes sobre ti.
En la vida adulta puede que te sientas inferior a los demás y haya un gran miedo a las críticas o la falta de aprobación de los demás.
¿Cómo influyen las heridas emocionales en el presente?
Las heridas emocionales tienen una gran influencia en la vida adulta, y en la relación con uno mismo y con los demás:
- En primer lugar, estas heridas influyen en la forma de gestionar las emociones, ya que puede haber muchas dificultades para entender o expresar lo que se siente cuando en la infancia se han invalidado o no permitido dichas emociones.
- Por otra parte, en función de las heridas o heridas que se hayan experimentado, las consecuencias en la vida adulta se harán más visibles en las relaciones con los demás, y en las relaciones de pareja, ya que es donde se activan en mayor medida.
Pero mediante un proceso de psicoterapia y trabajo personal, estas heridas se pueden sanar.
- El primer paso para poder hacerlo es ser conscientes y darnos cuenta de ellas, de cuando aparecen y en qué situaciones. Poder identificarlas para así poder trabajar en ellas.
- Además, poder aceptar tus heridas y entender en qué momento aparecieron puede ayudarte a validar tus emociones en las situaciones donde aparezcan.
- También es importante poder perdonar y darnos tiempo para aprender a identificar nuestras heridas y aprender a funcionar de un modo distinto.
A través de un proceso de terapia y autoconocimiento es posible identificar tus heridas emocionales, y así poder trabajar para sanarlas y poder vivir más tranquila.
Si te has sentido identificada con algo de lo que has leído en este artículo, y crees que la terapia puede ayudarte a identificar y sanar tus heridas, puedes ponerte en contacto conmigo para que estas heridas no sigan influyendo en tu presente y condicionen tu futuro.